El Manchester City se movió cuidadosamente dentro del mercado de fichajes y si bien este verano no han hecho exceso de ruido, da la impresión de que de nueva cuenta el campeón de la Premier League es uno de los equipos que mejor se reforzó. Los cotozens concretaron movimientos de gente que si bien está lejos de estar en la lista de los mejores del mundo, son piezas cuyo rendimiento es constante y apunta a mejorar ahora bajo la guía de Guardiola.
El mercado del City se ha basado en el hombre por hombre, llegada por salida. Kovacic como recambio directo de Gundogan, Gvardiol recambio generacional de Laporte o Dolú recambio generacional de Mahrez. Tal vez el movimiento más improvisado de todos fue la llegada de Matheus Nunes, quien fue firmado debido a la lesión de Kevin de Bruyne y que de hecho nunca fue la primera opción, sino el único nombre viable sobre la mesa para Guardiola.
Tras la lesión del futbolista belga, el City apretó por Paquetá, fichaje que fue descartado por temas extra cancha. Siendo así, Pep pidió la llegada de Dani Olmo, considerando al español como el enganche perfecto para su sistema de juego. En efecto el cuadro de Manchester tocó la puerta del Leipzig para negociar al ibérico recién renovado, pero el interés fue fugaz, pues el nuevo contrato del jugador español no incluye cláusula de salida y más allá de la buena relación entre ambas directivas, el cuadro germano se negó a vender al mejor futbolista de su plantilla, hecho que activó la opción Nunes.